Cuando necesitamos calentar agua, es importante elegir el artefacto adecuado. El calefón y el termotanque son dos opciones posibles. Te ayudaremos a tomar la mejor decisión considerando tus necesidades.

Disponibilidad de gas. Si no se tiene acceso a una conexión de gas, la única opción es un termotanque eléctrico.

Consumo de agua caliente. Si el consumo es alto por un tiempo prolongado, un calefón es adecuado. Si el consumo es moderado, un termotanque puede ser suficiente. Los termotanques proporcionan agua caliente hasta agotar el tanque y necesitan un tiempo para volver a calentar agua. Los calefones proporcionan un flujo continuo de agua caliente.

Caudal y presión de agua. El termotanque no es sensible al bajo caudal y poca presión de agua. El calefón sí ya que requiere un caudal mínimo para su
funcionamiento apropiado.

Espacio disponible. Los calefones son compactos y se montan en la pared. Los termotanques son más grandes y requieren más espacio, variando el tipo de montaje y conexión dependiendo el modelo. También es importante tener en cuenta los requisitos de tiraje o ventilación, ya que varían según el modelo y se refieren a la capacidad del sistema para eliminar los gases de combustión de forma segura. No cumplir con estos requisitos puede tener consecuencias muy negativas para la salud. Los termotanques eléctricos tienen la ventaja de no requerir tiraje.

Presupuesto. Los termotanques suelen ser más económicos en cuanto al costo inicial y la instalación es más simple, especialmente los eléctricos, ya que no requieren de un tiraje de salida de gases. Los calefones, en especial los automáticos, tienen mayor eficiencia, y menor consumo de gas. En promedio, el consumo anual de gas de calefones y termotanques es el siguiente: calefones automáticos 500 m3/año, calefones con piloto 650 m3/año y termotanques 750 m3/año.

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